Orcs Must Die, analisis completo , lo bueno y lo malo.
No sólo grandes juegos en formato físico llegan estos días al
mercado, y es que como sucede con cierta frecuencia en los últimos años,
los grandes juegos también vienen en frascos pequeños, listos para
descargar en las tiendas digitales que ponen las compañías de
videojuegos a nuestra disposición.
El último en llegar es Orcs Must Die! la nueva creación de Robot Entertainment, estudio creado por los fundadores de Ensemble Studios, la mítica desarrolladora responsable de joyas como la saga Age of Empires,
después que Microsoft creyera oportuno cerrar el estudio en el año
2009. Por suerte esta gente está dispuesta a seguir dando guerra, y lo
demuestran con un título francamente divertido que ha llegado al Bazar
de Xbox Live y a PC.
La historia de Orcs Must Die! nos lleva a un
mundo fantástico medieval, en la que generaciones de magos han dedicado
sus vidas a proteger unas brechas mágicas situadas en
distintas fortalezas de la multitud de orcos que intentan conquistar el
poder que éstas entrañan. Un día el todopoderoso mago resbala con la
sangre de un orco y se parte la crisma con un escalón -nada más comenzar
el título hace gala del ácido humor que destilará durante las partidas- dejando a un joven y arrogante mago como encargado de proteger las brechas de la multitud de criaturas que intentarán asediarlas.
Una historia simple, y como digo divertida, que sirve para dar entrada a un juego que mezcla las mecánicas de un Tower Defense, o defensa de la torre, con la acción
más pura y dura para embarcarnos en una serie de partidas tan alocadas
como divertidas. Nuestro cometido en cada nivel será defender la brecha
de la multitud de verdes enemigos que aparecerán por las puertas de la
fortaleza.
Me ha gustado
Para ello, contaremos con distintas armas y trampas
que serán nuestro más valioso aliado en nuestro cometido de proteger la
luz que guardan las brechas. De entrada contaremos con una ballesta con
la que realizar ataques a larga distancia, y una espada para las
cortas. Pero con el tiempo iremos consiguiendo más, como un anillo que
nos permite empujar y atraer objetos y enemigos. Cada arma cuenta con dos ataques distintos, uno destructivo y otro defensivo que nos permitirá aturdir o alejar a nuestros contrarios.
Y
además están las trampas. Para protegernos de las múltiples oleadas de
orcos y otras criaturas que los acompañan, será esencial preparar bien
el terreno para que no les sea tan sencillo avanzar. Contaremos con un gran número de trampas de todo tipo,
pinchos en el suelo, en las paredes, barricadas, barriles explosivos,
lodo para que nuestros contrarios se muevan más lentamente, y un largo
etcétera en el que además se incluyen compañeros arqueros o guerreros.
A medida que vamos derrotando orcos, conseguimos puntos mágicos
con los que montar nuevas trampas. Y así como al comienzo de la partida
solo tendremos para pocas trampas, a medida que avanzamos iremos
cosechando más puntos con los que hacer de nuestra fortaleza un lugar
verdaderamente seguro.
Sobra decir entonces que prima la
estrategia a la hora de emplear nuestros recursos en trampas, pero
además la acción es también parte fundamental del juego, que hace nos
proporcionará partidas realmente divertidas a lo largo del amplio conjunto de niveles con los que cuenta el título, además del modo pesadilla.
Gráficamente
el título cuenta con un estilo animado muy cómico, que por un lado nos
muestra personajes aparentemente simpáticos, y por otro acude al gore para mostrarnos enemigos completamente mutilados. Todo ello con un apartado gráfico muy trabajado,
sobretodo a nivel artístico. A nivel sonoro nos encontramos con
melodías muy pegadizas, que casan perfectamente con el desarrollo del
juego, y además, tengo que mencionar que el título está perfectamente doblado al castellano, por lo que no nos perderemos las múltiples gracias que suelta el protagonista.
No me ha gustado
Desde mi punto de vista, el título sólo cuenta con una pega, y es que no incluye un modo multijugador
que vendría de perlas al estilo alocado del mismo. Machacar las
multitudes de hordas que vienen a atacarnos en compañía de un amigo
hubiese sido la guinda que completase tan suculento pastel. La próxima
vez será.
En definitiva
9